1. EL DISCURSO DE HITLER

​

Si una cosa se podía destacar de Adolf Hitler fue su increíble ascensión al poder gracias en gran medida a su facilidad por convencer a las masas.

​

Nunca se ha podido demostrar si los grandes discursos que realizaba Adolf Hitler eran propiamente escritos de su puño y letra, o si seguía el dictamen de uno de sus colaboradores más cercanos, ya fuese Alfred Rosenberg o Joseph Goebbels. 

​

Destacaba su puesta en escena, sus cambios de voz, sus gestos y todo el escenario que rodeaba a cada momento estaba calculado al milímetro para conseguir convencer a propios y extraños.